viernes, 22 de mayo de 2015

Analizan proyectos de fertilización asistida

La especialista en infertilidad, Gabriela Luchetti, expone en la Comisión de Desarrollo Humano y Social
“Tener un Centro de Fertilización Asistida en el sistema de Salud Pública de la provincia, como el de Córdoba, es nuestra esperanza y nuestro deseo”, afirmó  Gabriela Luchetti, médica referente de la subsecretaría de Salud que trabaja en Evaluación de Tecnologías Sanitarias, específicamente en fertilidad. La profesional, junto al doctor Santiago Hasdeu, brindó hoy en la Legislatura un informe respecto a procedimientos de reproducción médicamente asistida. Lo hicieron en la comisión de Desarrollo Humano y Social, que preside el diputado Ricardo Rojas, ámbito donde se debaten cuatro proyectos (de los bloques MPN, Libres del Sur, CC- ARI y Unión Popular) de acceso integral a procedimientos y técnicas de reproducción asistida.


Consideraron que en la materia existen conflictos de interés, sin ningún tipo de regulación y pidieron que el estado regule para que este beneficio llegue a todos y no para hacer ricos a unos pocos. En ese sentido señalaron tres situaciones a tener en cuenta: el diagnóstico para empezar el programa, la edad y situación de salud de la persona y los números de ciclos del tratamiento que el Estado va a cubrir.

Luchetti, consideró que debería existir una guía técnica provincial, para los subsectores público y  privado, que delimite el rol de los médicos generales, del ginecólogo y del especialista en fertilidad y que la subsecretaría de Salud controle y fiscalice establecimientos. Propuso crear una agencia de control para las instituciones y el cumplimiento de la ley, que además sea un nexo con los pacientes para acceder a  estadísticas de fracasos y éxitos de los centros de fertilidad. También debería esta agencia ocuparse de la cuestión bioética (manejo de embriones y óvulos).

Al exponer, Luchetti, calificó en primer lugar a la “infertilidad como una enfermedad” y recordó que comenzó en el año 2006 a trabajar en evaluación de técnicas de fertilización asistida acerca de cómo sería la mejor forma de llevarlas a la comunidad.
Señaló que en Neuquén, los tratamientos de fertilidad de baja complejidad se cubren en el Castro Rendón, mientras que no se reconoce a los de alta complejidad y solo se los cubre si el paciente presenta reclamos específicos. Las obras prepagas tampoco lo hacían y sólo algunas ahora los reconocen. Agregó que en algunos hospitales públicos del país se avanzó, en alta complejidad y ahora solo hay en Córdoba un centro de fertilización asistida de alcance público.

Afirmó que “no hay leyes que regulen el uso de las tecnologías ni que regulen los desafíos bioéticos que proponen estas técnicas”. Pidió “no tener una ley que contemple todo para todos, sino una ley que tenga una racionalidad técnica específica sin dejar de reconocer los derechos”. Y se preguntó si en Neuquén se va a contemplar la subrogancia uterina (alquiler de útero).

Lo primero que tiene que entender el paciente es que “ésta técnica tiene sus limitaciones y muy baja eficiencia”, afirmó Luchetti, y comparó la fertilización asistida con la revascularización coronaria (stend o by pass); “son comparables por lo caro, dijo, por los recursos que insume y porque se requiere de capacitación del recurso humano junto a la tecnología”. Agregó, que “la revascularización coronaria tiene una eficiencia cercana al 90% mientras que las técnicas de fertilización asistida no superan ni superarán nunca el 30%”. Entonces pidió “No fantasear y creer que si pagamos vamos a volver con un bebé a casa”.

Por último pidió que el Estado provincial legisle no solo en técnicas de fertilización asistida sino en cuestiones que rodean ésta práctica como el manejo de embriones, la ovo donación, la congelación de embriones, el útero subrogante, parejas del mismo sexo, etc. Con respecto a los ciclos que el Estado va a cubrir señaló que países de Europa cubren sólo 3 (intentos) porque la técnica pierde eficiencia después del tercer intento. “El Estado tiene que cubrir hasta el momento de la mayor eficiencia”, sostuvo y si las personas quieren seguir intentándolo, “deberían hacerlo por sus propios medios aun sabiendo que sus chances son menores que cuando empezaron”.

Dijo que recomiendan un centro de fertilización asistida  cada 500 mil habitantes y en Neuquén hay uno privado y otro por inaugurar.

Santiago Hasdeu, coordinador del Comité de Biotecnología de Salud Pública, presentó un informe del año 2013 y dijo que la OMS recomienda la evaluación de las tecnologías sanitarias, siempre apuntando a la cobertura universal y a que se usen los métodos más efectivos y menos riesgoso para el paciente.

Observó que si bien la ley nacional establece un máximo de 4 tratamientos anuales con técnicas de baja complejidad y hasta 3 de alta complejidad (con intervalos) no mencionada nada de la edad de los pacientes, cuestión que consideró importante. Como ejemplo puso al sistema público de Inglaterra donde trabajan con presupuesto alto y cubren hasta los 40 años. Señaló la necesidad del Estado rector ante centros que no asesoran o engañan al paciente priorizando el cobro de 50 mil pesos cada ciclo. Aseguró, con estadísticas en mano, que la declinación de la tasa de efectividad de fertilidad en la mujer a los 40 años es del 15%.

Dijo que tomando en cuenta a España e Inglaterra de una demanda potencial “el 80% se resuelve con baja complejidad y que el 20% requiere alta complejidad (fertilización in vitro)”. En cuanto a Neuquén, afirmó que, si se toman los datos del último censo, la prevalencia de infertilidad sería de un 9%, lo que equivaldría a 5.103 parejas infértiles, de las cuales el 35% (1.786) es sin obra social; 1429 requerirían baja complejidad y sólo 357 un tratamiento de alta complejidad.
José Russo –MPN- consideró que no es necesario adherir a la ley nacional 26.862 de Reproducción Médicamente Asistida porque es de orden público y está vigente tanto para lo público como para lo privado. Coincidió en la necesidad de una Comisión de Evaluadora, de Fiscalización, que acompañe y defienda al paciente. Habló del monopolio de la fertilización basado en lo económico y contrastó el costo de un ciclo en Buenos Aires de 30 mil pesos con el de Neuquén que asciende a 100 mil pesos.

Rodolfo Canini –FG NE- apuntó a que el Estado no sólo fiscalice sino que también controle el mercado de los medicamentos y señaló la importancia que en la comisión fiscalizadora participe directamente la ciudadanía. Mientras que su par, el diputado Manuel Fuertes –NCN- hizo énfasis en la manipulación de embriones que no se implantan en el útero y se preguntó ¿qué pasa con los embriones que no se transfieren?. Alejandro Vidal –UCR dijo haber experimentado el tratamiento y abogó por contar con “una norma que genere confianza a todas las familias neuquinas que están tratando de concebir un hijo y que no pueden hacerlo porque están enfermos”.

Rojas –MID- destacó la necesidad de contar con la mejor ley donde también tenga participación la sociedad civil en la Comisión de Bioética y con una buena reglamentación que permita revitalizar la misma, dado que no se resuelve con solo adherir a Nación. También acordó con incorporar en el proyecto que el ministerio de Salud cuente con un Centro de Fertilización.

Participaron del encuentro los diputados: Ricardo Rojas, Claudio Domínguez, José Russo, María Angélica Carnaghi, Elena Jara Sandoval, Gabriela Suppicich, Alejandro Vidal, Rodolfo Canini, Manuel Fuertes y miembros de la ONG “Sumate a Dar Vida”.


21-may-15      Prensa - Legislatura

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